Los 13 tipos de perdedores en la seducción
Otros simplemente no tienen ni idea de cómo seducir y generar atracción!
Hay algunos hombres que tienen la fórmula perfecta para repeler a las mujeres. Son especialistas en el arte del aburrimiento, son aquellos hombres que los seductores buscamos para que nos cuenten cómo quitarnos a las mujeres de encima cuando no queremos saber más de ellas.
En este blog, en más de un año, he intentado dar los conocimientos para que los expertos en repeler mujeres, se conviertan en expertos en atraer y seducir a las mujeres que desean. También he mostrado la perspectiva femenina de la seducción, y qué es lo que ellas buscan en un hombre.
Hoy quiero hacer un catálogo de los 13 principales tipos de hombre expertos en repeler mujeres, aquellas personalidades con maestría para estropear sus opciones con cuanta mujer encuentran. También son aquellos a los cuales las mujeres utilizan y terminan por convertir en sus dóciles mascotas. Espero que no te identifiques con ninguno de ellos.
1. El tipo romántico: Es aquel idealista, que conquista con flores y mensajes románticos, cartas, esquelas, mails, poemas de cuanto poeta existe, además construye sus propias poesías, rimas y canciones y espera que con ellas una mujer se dé cuenta del inmenso corazón que posee, de la sensibilidad que lo embarga y de la manera en que puede conectarse con sus propias emociones y con las de una mujer. Es clásico, conservador y su estrategia de cortejo es mostrar todas las cartas de una vez y sin reservas.
La mayoría de las veces se hallan enamorados del amor, son idealistas y fallan en ser prácticos, se complican la vida, un pequeño malentendido o una simple pelea los decepciona, fácilmente se vuelven trascendentales y pueden ahogarse en un vaso de agua. Suelen volverse aburridos y predecibles, además de empalagosos o demasiado “buenos” para las mujeres.
2. El gran cosa: Es aquel que se dedica a hablar de sus logros, hallazgos, descubrimientos, posesiones, virtudes y cualidades. Puede presumir de cuánta cosa de pueda presumir, ha hecho, dicho y tiene de todo. Tiene buen gusto y conocimientos culturales amplios, sin embargo es demasiado vanidoso. Se sobrepasa al intentar mostrarse interesante, se vuelve aburrido y es demasiado egocéntrico como para no buscar interés y beneficio en las relaciones, o al menos, eso es lo que deja entrever.
3. El asaltacunas: Es un hombre mayor, pero que intenta arreglarse a la usanza de los jóvenes. Se caracteriza por su mal gusto y por verse ridículo al buscar verse joven, su actitud va en contravía de los años que ya demuestra. Busca verse como alguien experimentado, pero generalmente termina por buscar atraer gastando e invitando, dando obsequios e intentando “comprar” la compañía de las mujeres. Busca mujeres jóvenes (debido a que cree que su apariencia le da para buscar en las veinteañeras). Generalmente termina por ponerse en bandeja para que lo utilicen.
4. El fortachón: Bueno… creo que el ejemplo más parecido a lo que quiero decir es Johnny Bravo. Carga las maletas en los viajes, va al gimnasio varias horas al día, cuida y mide cada centímetro de masa muscular que tiene, puede ser a veces un poco metrosexual y de repente se encuentra siendo bastante vanidoso y busca ponerse las camisetas más apretadas que encuentra en el mercado.
Terminan por parecer guardaespaldas, anda celando y mostrando sus dotes masculinas, no deja pasar oportunidad para armar discusiones y conflictos. Son posesivos, demandantes y lo peor de todo, resultan ser vacíos intelectualmente, no ofrecen mayor trasfondo y son demasiado simples y planos en sus expresiones y emociones. Son exigentes con su pareja, y se andan quejando por cuantas calorías consume, exigen medidas perfectas, parecen una báscula andante y controlan cualquier gramo que aparece en el cuerpo de su mujer. Incluso llegan a querer cambiarlas, que se pinten de rubias, que usen cierta ropa, que hagan más ejercicio, que no coman esto o aquello. Terminan por ser irritantes y no dar mucho a cambio.
5. El comediante: Se caracteriza por querer ser entretenido, demasiado entretenido para el gusto de las mujeres. Tiene un millón de amigos, siempre sale a divertirse y siempre es el alma de la fiesta, lamentablemente para él, sus aportes rayan en lo ridículo, es un poco charlatán, termina por hacer reír a ratos, y generalmente termina por abrumar un poco a las mujeres, quienes desean que se calle un poco y escuche más, que sus chistes y comentarios sean menos ramplones y que sus historias sean mucho, pero mucho más cortas.
Una cosa es hablar mucho y otra cosa ser entretenido. A veces se habla mucho y se aburre mucho, este personaje cae en esa categoría. Les gusta ser el centro de atención, sin embargo lo que no saben es que frecuentemente terminan por caer mal o, al menos, ser un poco pintorescos.
6. El necesitado: Es tremendamente emocional, y comparte sus sentimientos con quien sea. Es como un manantial buscando quién lo contenga, y sobre esta mujer desata toda inundación de emociones e incluso lágrimas. Duda constantemente de sí mismo, y busca aprobación a todo momento, sobre la relación, sobre su trabajo, sobre sus amigos. No es ni confiado, ni independiente. Es el líder en estropear relaciones en las primeras semanas.
7. El predecible: A las mujeres no les gustan los hombres predecibles porque ellas saben exactamente cómo reaccionarán a todo. Este tipo desarrolla fórmulas, casi matemáticas, y nunca quieren hacer las cosas de otra manera, no quieren conocer nuevos lugares, no quieren cambiar ni aprender nada. Dicen lo mismo, cuentan las mismas historias, escuchan la misma música, dicen todo de sí mismos en los primeros días y sobre todo, hacen una y otra vez, como obsesivos compulsivos, las mismas cosas.
No cambian por nada. No sorprenden. Son mortalmente rutinarios.
8. El arrogante: Tiene un gran ego, es ventajoso y condescendiente. Es grosero, no necesariamente con las mujeres, sino con todo aquello que él considera que está debajo de su nivel (que es casi todo el mundo). Grita a los meseros, vendedores. Es un motivo de vergüenza para las mujeres, que siempre están un poco fastidiadas por su comportamiento displicente con las personas. Las mujeres siempre están atentas a cómo tratamos a los demás, con eso se hacen una idea de nuestra personalidad, del egoísmo, la generosidad o la mezquindad.
En pocas palabras, es tremendo cabronazo!
9. El ordinario: Simplemente sus rasgos de comportamiento y de carácter terminan por ofender a las mujeres. Es demasiado burdo y directo, probablemente coquetea con cuanta mujer encuentra, es de mal gusto para vestir, hablar y comportarse. Está a un paso de llegar a ser homo sapiens, probablemente es el eslabón perdido de la evolución homínida. Es casi un chimpancé, pues actúa como chimpancé.
10. El tacaño: Nunca paga nada. Incluso dentro de una relación. Jamás tiene un detalle, ni siquiera invita a una gaseosa, un pan, una galleta. No es que sea pobre o que esté desempleado, simplemente no tiene la voluntad de compartir nada, es egoísta por naturaleza. Ni siquiera presta sus cosas, ni libros, ni una película.
11. El argumentador: Arma discusión y polémica por todo. Sus niveles de tensión y stress están en su punto más alto. No se relaja jamás. Todo se lo toma personalmente. Es trascendental, filosófico, metafísico. Nunca está contento y siempre está argumentando todo. Sus salidas con una mujer terminan pareciendo un debate presidencial entre opositores. Nunca concede argumentos, rara vez da la razón, y cree que su inteligencia es superior, que únicamente él tiene el punto de vista superior para saber el sentido y significado de las cosas. Lo único que consigue es que las mujeres se vuelvan autodefensivas y que lo evadan por impertinente y sobrador.
Evidentemente es tan aburridor como un político.
12. El perfecto: Siempre está juzgando a los demás, es saludable e inteligente, pero condena y discrimina a los que no piensan como él. Según su punto de vista, los demás son mediocres, no contienen sus impulsos, débiles, involucionados. Es el encargado de dar cátedra de moral y costumbres a las mujeres que salen con él, les propone un modo de vida basado en la perfección y hacer las cosas a la manera de los ángeles o de Dios mismo. Termina por ser fastidioso, sermoneador e hipócrita.
13. El misógino: No oculta su temor y desprecio hacia las mujeres. Todas le han hecho daño, lo han herido o lo han maltratado en lo más profundo de su ser. Las mujeres todas (porque generaliza) sólo buscan su interés, su provecho y no se salvan de ser mezquinas, perras y manipuladoras. Es grosero e insultante. Escupe indirectas (y directas) a la menor oportunidad que tiene. Es desconfiado y generalmente es infiel, pues cree en que no debe darle gusto a ninguna mujer de que lo maltrate, por lo que el mismo se convierte en maltratador.
Bueno, me he demorado bastante haciendo este post, y es porque he querido ser exhaustivo al definir cada tipo de hombre espanta mujeres. La idea es que por principio de psicología inversa detectes aquellos rasgos odiosos, mediocres y aburridos que posees y optimices tus recursos para convertirte en alguien menos vanidoso, menos emocional, más controlado y más entretenido e impredecible.
¡Que comience la cacería!
¡Hasta la próxima!
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