¿Por qué parece haberme superado más fácilmente?
Hoy traigo un post más bien corto. Voy a hablar sobre las diferencias entre las vivencias de procesos de duelo. Una de las cosas que más me traen a la consulta es la siguiente pregunta:
¿Por qué el/ella parece ya haberlo superado cuando yo estoy sufriendo como un condenado?
O lo expresan de la siguiente manera:
“Por la forma en que lo está llevando veo que no le importé nada”.
Pues bien, la vivencia de los duelos no es igual en todas las personas y una de las recomendaciones más importantes a la hora de buscar conservar tu estado mental limpio y tus emociones lo más positivas posibles es la siguiente: evita el juicio. Esto es, evita toda aquel pensamiento donde X significa Y. Nuestro cerebro tiene una función responsable evolutivamente de nuestro éxito como especie que es la función clasificadora: toda nuestra experiencia la catalogamos como agradable, desagradable o neutra, en otras palabras como placentera, dolorosa y neutra.
Y estos juicios de la mente en esta clase de procesos, o en dolencias como la depresión, son los responsables que nos sumerjamos en abismos de tristeza, melancolía, deseos de venganza y recriminación hacia la otra persona.
Nada bueno sale de allí, absolutamente nada bueno.
Caso 1: Mujer que al ver que su ex novio activa su vida social rápidamente entra en depresión, siente que el tiempo pasado con él fue perdido y que él simplemente no la quiso. Histérica le reclama el por qué ya lo ha superado. Y la respuesta natural de él es: “estoy viviéndolo a mi manera”.
Caso 2: Hombre que sigue teniendo cierto morbo por seguir pendiente de su ex novia a través de redes sociales para recibir solamente decepción tras decepción. Observa selfies felices en una fiesta, ve millares de likes a fotos de ella por parte de hombres coquetos (buitres), y eso sólo refuerza la depresión y la agonía con la que vive el proceso de duelo.
Caso 3: Él o ella se pregunta, por qué después de haberse olvidado de la relación y haber incluso tenido otra, su ex pareja regresa arrepentido, con nostalgia o con deseos de recuperar la relación.
Los duelos amorosos pueden ser un infierno sólo si tú así escoges vivirlo. Ya he dado recomendaciones aquíy aquí para buscar formas inteligentes de superarlo.
Quiero que observes esta gráfica.
El color morado representa la vivencia emocional de ella, el color azul la de él. Podemos ver como en los cortes temporales P1 y P2 ella está con un estado de ánimo mucho más feliz, positivo y elevado, mientras que el de él se sumerge en el abismo.
¿Cómo lo vive ella? Se siente liberada, se siente plena, se siente feliz, sale con sus amigos, sale de fiesta, está concentrada en rehacer su vida, siente que no se puede estar quieta y que necesita moverse. Y se dice así misma “pero cómo estoy de bien, es increíble, necesitaba este cambio”. Esta emoción no es natural, y se debe a una forma eufórica de afrontamiento del duelo, que lleva a enmascararlo. Muchas personas, tanto hombres como mujeres asumen los duelos o situaciones muy complicadas así.
¿Cómo lo vive él? Literalmente sintiéndose una porquería, sintiendo mucho dolor y extrañando a su pareja. Todo se la recuerda y cualquier mínimo evento la trae de nuevo a su memoria y a sus emociones. Su mente está dominada con pensamientos sobre la relación.
Al compararse ella se siente victoriosa, y él se siente derrotado.
Ella tiene algunas caídas y él empieza a levantarse hacia final de P2. Ella empieza a experimentar algunos bajones emocionales, mientras que él empieza a ver subidas anímicas, claras señales de que su duelo está siendo trabajado de una forma emocionalmente inteligente.
Pero en el tiempo P3 vemos algo tremendamente interesante, los dos puntos se unen, mientras el estado anímico de ella viene en franco descenso, en del él viene en recuperación.
Y se encuentran.
Y es allí cuando vemos que, en el ejemplo, ella empieza vivir momentos de nostalgia, recuerdos, pensamientos recurrentes de la relación y de él, las experiencias que llevaron a la ruptura pierden su impacto emocional y todo tiende a perdonarse. Y es allí cuando esta persona piensa “y por qué no regresar”, “por qué no buscarlo a ver qué pasa”.
Y lo busca.
Y lo que pasa es que nuestro hombre del ejemplo ya está en franca recuperación, ya ha asimilado el duelo, ya lo ha trabajo y puede decidir no dar una segunda oportunidad más si ha visto lo que pasó en el tiempo P1, cuando ella estaba feliz, alegre y se sentía la dueña del mundo.
En el tiempo P4 el ya tiene una emoción positiva por encima de la de ella, que ya ha tocado fondo e intenta, con subidas y bajadas de cierta intensidad sobreponerse a lo que pasa en su mundo emocional. En este punto es altamente improbable un regreso, puesto que para él la vida sonríe y tiene posibilidades, mientras tanto ella está en contacto con su dolor.
Algunas conclusiones:
1. Los duelos hay que vivirlos, no es posible saltarlos o escaparse de ellos. Aunque es posible acelerarlos y ya he trabajado el tema aquí, lo que no es posible es taparlos, cuando ello ocurre es porque la persona no tiene tanta inteligencia emocional.
2. Los tiempos son diferentes y cada uno gestiona su emoción de manera diferente, de tal manera que lo importante tras una ruptura es aprender a gestionarse a si mismo, dedicarse a si mismo y darle absoluta importancia al propio proceso, y evitar cualquier información sobre la otra persona en la medida en que esta puede impactar el propio proceso de manera negativa.
3. No juzgues el mecanismo de afrontamiento del otro, céntrate en el tuyo propio, en tus recursos, en tu tiempo y en trabajar intensamente para superarlo.
4. Efectivamente hay relaciones cuyos duelos no son tan significativos, toda vez que la intensidad o duración de la relación ha sido más bien baja.
5. No puedes juzgar y culpabilizar al otro por la forma en que afronta su proceso, tampoco puedes hacerle sentir menos o presumir de tu propio proceso.
5. No puedes juzgar y culpabilizar al otro por la forma en que afronta su proceso, tampoco puedes hacerle sentir menos o presumir de tu propio proceso.
6. Cuando un duelo no se afronta de forma emocionalmente inteligente pueden suceder varias cosas:
A. Llevas a siguientes relaciones equipaje emocional que directamente te afectará a ti, a tu futura pareja y a la relación. Como psicólogo he visto personas que llevan varias relaciones cargando varios “muertos” o duelos a sus espaldas y haciéndose tóxicos para sus parejas. Como no tienen inteligencia emocional no son conscientes de lo que les pasa “es que no se qué me ocurre Charlie”, y muchas de sus acciones son pasivas, agresivas o pasivo agresivas.
B. Imposibilidad de reconstruir la vida emocional en el corto, mediano y largo plazo. Es decir, como procedimiento de base tu puerta emocional está cerrada y trancada con mil llaves.
C. Comparación infinita de las nuevas relaciones con la pasada: “nunca nada ni nadie será igual”. Esto pasa mucho en duelos asimétricos como el de la gráfica.
Pues nada, el post no salió corto…
¿Te ha pasado algo así? Sería genial que lo compartas en los comentarios.
¡Es el momento de vivir una vida extraordinaria!
¡Hasta la próxima!
————-
Posdata: Lo mismo se aplica tanto para hombres como para mujeres. En este post tomé los casos de género teniendo en cuenta que la mayoría del público lector es masculino.
Posdata 2: Recuerda que si deseas trabajar en ampliar tu círculo social puedes descargar mi guía aquí.
Posdata 3: Mi libro «Seducción Inteligente» te guiará en la compresión de cómo lograr la relación que deseas. Lo compras acá.
Posdata 2: Recuerda que si deseas trabajar en ampliar tu círculo social puedes descargar mi guía aquí.
Posdata 3: Mi libro «Seducción Inteligente» te guiará en la compresión de cómo lograr la relación que deseas. Lo compras acá.