Las metas y todo lo que te propongas necesita de ti cierta capacidad de gestión emocional por parte tuya, es decir, que tus “finanzas” emocionales estén balanceadas para poder afrontar las subidas y las bajadas que un proceso de aprendizaje implica.

He venido hablando las últimas semanas sobre la ansiedad y cómo entorpece las decisiones emocionales, no sólo limitando la cantidad de personas nuevas que conoces, la iniciativa para una relación sino todo el manejo mismo de la relación. Y también hablaba sobre la urgencia manifiesta que muchos sienten para tener una relación de pareja, para tener un noviazgo.

Y veo que para muchos la curva a aprendizaje es demasiado fuerte, les somete a tales movimientos que sus “finanzas” emocionales no dan para semejante voltaje.

Algunos tienen tanta urgencia por llegar a su meta que se fatigan a los tres metros y desean devolverse tras la primera dificultad a meter la cabeza en la madriguera y seguir viviendo la misma vida limitada que antes vivían.

Apreciado lector, en todo proceso de aprendizaje necesitarás un gran nivel de tolerancia y amor personal para poder soportar que te has equivocado y que lo seguirás haciendo, y tendrás que tener un optimismo tal que en medio de las vicisitudes que no dependen de ti te mantengas con el firme propósito de lograr tu meta.  

Por ello todo cambio personal debe empezar por el juego interno, porque es la única manera de crear superávit emocional, de crear un balance positivo, a tu favor, en tu cuenta emocional. La gran mayoría de quienes leen y de quienes me consultan llegan porque están viviendo un gran dolor, una gran frustración, una gran rabia, un gran desconsuelo en su vida, y ello les mueve a buscar ayuda y una solución a su dificultad en las relaciones, con la vida social o con las mujeres.

Y yo tengo que ser demasiado atento a este déficit emocional, porque necesito apreciarlo y ver cuál es su magnitud, para saber si estás listo para entrar a jugar la dinámica relacional y de relaciones, toda vez que esta dinámica es imprevisible y supone unas subidas y bajadas emocionantes pero también vertiginosas.

Necesitas crear el material emocional para poder aceptarte a ti mismo, para poder amarte a ti mismo, para poder sentir confianza en que lo podrás hacer. Estos son los pilares de un juego emocional equilibrado. Y te contaré un caso:

Cliente uruguayo, de 39 años, con el sentimiento de haber desperdiciado completamente su vida. Me decía “es  como si hubiera despertado de un coma que me duró 15 años, no sé que pasó con mi vida desde que tenía 24 años”, una sensación de pérdida y de no haber vivido cosas emocionantes, placenteras, dinámicas. Y con una gran frustración, rabia y envidia hacia sus amigos que ya tenían pareja, incluso vidas familiares completas, o que al menos habían degustado una amplia variedad de mujeres.

Él estaba iniciando, y casi llegando a los cuarenta.

El caso es que yo sería muy irresponsable, y muy pésimo profesional, si lo mando a seducir a diestra y siniestra, sin antes no sanar a ese hombre herido y frustrado, que no tiene sino sus ganas y mucha toxicidad para compartir con una eventual conquista. Empezamos trabajando su mente y su corazón, trabajamos el perdón que se debía a sí mismo por las constantes recriminaciones que se hacía a lo que había dejado de hacer, por haber dejado pasar el tiempo, por tantas cosas.

Una vez en ello empezamos a crear miradas diferentes frente a la vida, miradas basadas en la bondad y en la gratitud. Esas miradas, o cambios perceptuales, con los cuales mi cliente empezó a relacionarse consigo mismo de forma diferente y con su realidad nos empezaron a mostrar pequeñas grandes cosas positivas que ya vivía en su vida, y le enseñó a mirar hacia el presente,  hacia el ahora, hacia lo que tenía y que no se había dado cuenta.

En su “supuesto coma” no había perdido del todo el tiempo. Había logrado muchas cosas, aunque quizá al alto precio de su vida afectiva, pero necesitábamos algo de qué agarrarnos.

De lo contrario es como si estás quebrado y quieres hacer una empresa, vas al banco y no tienes nada con qué respaldar un préstamo. Y tampoco tienes un peso para empezar ¿Qué hacer? Pues bien, en lo emocional necesitamos crear balances positivos, conectarnos con emociones positivas, darnos cuenta de qué es lo que tenemos que ofrecer.

Si piensas que la seducción o una mujer es tú solución a tus problemas, deberías pensarlo dos veces, porque antes de ello debes pensar en qué tienes para ofrecer que sea atractivo, porque si no hay nada inevitablemente las personas, y no me refiero sólo a las mujeres, no verán algo valioso que los mueva  y los atraiga para ser tus amigos o tu pareja.

Muchos desprecian las relaciones sociales por el simple hecho de que no les llevan directamente a tener sexo con mujeres. Con mi cliente uruguayo despertar el círculo social nos llevó a crear emociones positivas de aceptación, pertenencia, cariño, confianza con otras personas que nos aumentó el balance favorable de emociones y le hizo creer a él que era una persona valiosa socialmente.

En este proceso pude evidenciar que prueba social no es sólo para los demás, en muchos casos es también para nosotros, necesitamos sentirnos validados, queridos, amados, aceptados, importantes para otros, porque eso nos da un tremendo feedback positivo  y amplifica de forma masiva la confianza.

Reconstruyes eso y las cosas simplemente empiezar a pasar como por una especie de movimiento natural en el cual proyectas algo diferente, activaste músculo social y emocional y allí están las mujeres gravitando, y genuinamente empiezan a verse absorbidas por tu sistema gravitatorio interno.

¡Ya tienes fuerza emocional para atraer!

El proceso no fue nada sencillo, fueron idas y venidas, hubo rechazos, hubo momentos frustrantes, donde el balance emocional negativo en muchos momentos le llevó a pensar en el abandono, en decir basta. Sin embargo, no había para él opción. Si su sueño era una relación y una posible vida familiar necesitaba pagar al precio.

Aunque en muchos momentos, emocionalmente, sintiera que no tenía de dónde más pagar el precio.

Por ello lo primero que necesitas restaurar si te has identificado con esta historia, es tu vida emocional, tú contigo mismo, tus fugas emocionales, tus “deudas” emocionales, tu bancarrota emocional, no se va a sanar con parches de mujeres y de sexo. Por el contrario eso te hará entrar en varios patrones nefastos:

1. Idealizar a las mujeres como tus salvadoras, como el niño que se raspa la rodilla y busca a mamá (con lo cual hay un elemento importante e inconsciente de necesidad de la madre cuidadora).

2. Hacer lo que sea para conservar a esa mujer cuidadora, hasta el punto de darle lo que pida porque es tu refugio, salvación y es quien te ha rescatado. Tu propia mesías personal. Y esto es muy peligroso porque te puede llevar a darle todo, a ser obsesivo, celoso y no ver vida posible si te abandona.

Ambas actitudes son totalmente anti seductoras, y cualquier mujer con los pies en la tierra y cierta inteligencia emocional saldrá corriendo al otro continente al ver un hombre en tal estado de fragilidad emocional.

El camino del seductor es un camino de paciencia, en muchas circunstancias, sobre todo si puedes sentir que emocionalmente estás mal, que estás en bancarrota, allí hay que hacer un importante trabajo contigo mismo.

Y acá te hablaré de un poderoso mito relacionado con la seducción: y es que al entrar en este camino simplemente todo se da de una manera fluida y fácil.

Si alguien cree esto pues se va a estrellar pronto y muy fuerte. Porque la seducción como el mundo de las relaciones supone encontrarte una variedad de personas con las que no necesariamente conectas, con las que la conexión dura sólo instantes, una noche o pocos días, personas que no tienen intenciones claras, personas que no son honestas, personas que mienten, personas que aparentan, personas hipócritas, personas que sólo piensan en ellas mismas, personas que juegan con los sentimientos de otros, personas con mucha cancha en esto y que no les importa nada.

Y en medio, mezclado con todo ello, encontrarás personas valiosas, genuinas, inteligentes, emocionalmente equilibradas. Pero quizás muchas de ellas no te correspondan afectivamente.

Y en medio de ello encontrarás personas valiosas, genuinas, inteligentes, emocionalmente equilibradas, pero que no te gusten, o no te atraigan de la forma en que deseas, o si te atraen las circunstancias no se dan, quizá ella ya tiene una beca en otro país y se irá en un mes.

Y en medio de ello encontrarás personas valiosas, genuinas, inteligentes, emocionalmente equilibradas, con las cuales la atracción y el sentimiento es mutuo y con la que podrás construir una relación.

Todo ese camino puede llevarte a las más profundas frustraciones si no tienes la constitución emocional, o puede llevarte a aprender lo suficientemente rápido como para pasar la página y decirte a ti mismo: seguiré adelante, mañana es otro día.

En el mundo de las relaciones no todo depende de ti, depende de factores que no controlas, depende de las mujeres, depende de que tengan las puertas abiertas, depende de la logística, de que se conecten los proyectos de vida, la disponibilidad, no sólo es deseo y atracción, es la voluntad de encontrarse e iniciar un proyecto común. Todo ello supone asuntos con los cuales lidiar y que son lo que constituye la mayoría de asesorías que doy, cómo asumir emocionalmente todo lo que pasa cuando el deseo y la atracción se encuentran.

Y para ello necesitas la capacidad de levantarte, de entrenar la percepción y ver los aprendizajes, el camino recorrido, ver con optimismo lo que ocurre, y mantener tu oferta de valor intacta, a pesar de lo que otras personas, y sobre todo algunas mujeres, piensen de ella.

A veces pienso que la seducción es también un juego de resistencia, donde vence el que logre perseverar hasta que encontrar justo lo que quiere. Porque aquí no se trata de rebajar las expectativas, si fuera así, cualquier cosa te puede servir, necesitas alimentar tu deseo por una relación conectándote con tu vida, con lo positivo que ya tienes, con lo positivo que puedes crear, anclarte a tu círculo social, crearlo y cultivarlo si no lo tienes aún. Eso te genera las emociones necesarias para reconstruir tu confianza, para crearla si no existe, para desarrollar el amor propio que te va a permitir proyectar valor en otros.

¡Es el momento de vivir una vida extraordinaria!

¡Hasta la próxima!