6 poderosos marcos mentales a la hora de generar conexiones profundas
Hoy voy a escribir sobre un concepto que hace parte de los fundamentos de la seducción, pero que al ser tan fundamental es demasiado importante y al serlo si lo pasamos por alto todo el edificio se cae.
El tema es la conexión. ¿Cómo es posible conectar con una mujer? Y ¿Cómo saber que he conectado con una mujer?
La conexión humana es una de las grandes maravillas de nuestra evolución, la posibilidad de compartir universos personales, opciones de vida, pensamientos y sobre todo emociones. En general aunque la mayoría es capaz de comunicar no todos son capaces de conectar de una forma profunda. La razón de esto se debe a:
1. Disponibilidad. Si no se tienen los canales abiertos no se puede conectar, es como un parqueadero que está ocupado, no es posible ocupar ese espacio. Y en este sentido dependemos exclusivamente del interlocutor y del tiempo que hayamos decidido invertir en buscar esa disponibilidad.
2. Habilidades de conexión: La conexión profunda la defino como “resonar y vibrar en una frecuencia vital semejante”, y para esto hay que conocer cuáles son las fibras más sensibles que posibilitan la conexión profunda.
La conexión profunda no siempre depende de palabras, incluso no depende del tacto. He podido comprobar en mí mismo y en muchas personas que he conocido que es posible la conexión virtual, a miles de kilómetros, que es posible la conexión con una mirada, que es posible incluso la conexión con alguien a través de un tercero que te habla de él o ella. Incluso es posible la conexión con alguien que nunca has conocido y no conocerás porque ha muerto, es posible conectarse a través de la música, de la literatura, de la fotografía.
De hecho, tú me lees y aunque no me conozcas sabes que compartimos muchas experiencias, sentimientos, emociones y vivencias que nos acercan, de hecho puedes sentirte inmensamente conectado ahora mismo.
Y esto es porque nacemos con la capacidad innata de conectar. Es como si tuviéramos un plugin para enchufarse naturalmente. Con el tiempo, sin embargo, desarrollamos defensas, prevenciones, excusas y olvidamos ese potencial inmenso de conexión que tenemos. Y la habilidad para conectar se basa en nuestra capacidad de comunicar emociones y situaciones que generan identificación y en la posibilidad que tenemos de transmitir confianza, incluso la sensación de intimidad con alguien.
Te enumeraré los marcos mentales necesarios para ello y luego entraremos un poco en la técnica de comunicación:
1. “Soy capaz de conectar a un nivel profundo con cualquier persona y con cualquier mujer”
2. “Tengo las puertas abiertas, me muestro disponible y con apertura a lo nuevo y lo desconocido”
3. “Soy tranquilo, relajado, optimista y mi actitud es positiva”
4. “Soy capaz de transmitir confianza, puedo escuchar atentamente y puedo involucrarme y darme a la otra persona y ser sólo para el/ella en ese momento”
5. “Soy carismático y desprendo un aura única y genuina que resulta atrayente”
6. “Soy creíble, auténtico, me expreso desde mi verdadero ser y desde allí conecto fuertemente”
¿Por qué comienzo por aquí? Porque es que quiero desarrollar tu enfoque en conectar siempre que sea posible y siempre que lo desees, y he descubierto que los marcos mentales nos permiten tener más conciencia de las conexiones que llevamos a cabo, y que funcionan perfectamente en aquellas personas que por vergüenza o timidez tienen recelos o prevenciones para conectar, en este sentido, este marco mental opera como un excelente punto de partida y como una importante conexión contigo mismo para poderte abrirte a conectar con otras personas.
Y para ello quiero enfatizar la “conexión contigo mismo”, es importante la aceptación, la confianza hacia uno mismo y la sensación de libertad de actuar tal y como uno es. Si uno está desconectado de su esencia sus conexiones serán accidentales y usualmente sus conexiones serán superficiales, sin pegamento para que perduren y en algún punto terminarán en relaciones disueltas prematuramente.
Otro efecto que tendrá la desconexión contigo mismo es que cuando las personas conecten contigo las rechazarás o te alejarás porque sencillamente no comprendes lo que ha acabado de ocurrir.
¿Cómo conectas a partir de los 6 marcos mentales que te compartí? Acá va:
1. Salir de tu casa dispuesto a conectar con las personas que ves en tu camino. Es increíble ver que cuando lo deseas, tienes la actitud puedes generar sonrisas, aprecio y emoción en cualquier persona. Algunos hipócritamente sólo desean conectar con las mujeres hermosas y con los demás son odiosos, petardos o simplemente indiferentes. Eso no es congruente.
2. Puertas abiertas: A través de un lenguaje corporal relajado, tranquilo, abierto, sin barreras en piernas y brazos, ojalá con una sólida mirada y una sonrisa. Y no, sonreír no es de idiotas, lo es sonreír todo el tiempo, pero es excelente ofrecer una sonrisa a las personas con las que te rodeas o con las que acabas de conocer.
3. Actitud positiva: Las personas con mejores conversaciones son personas que buscan temas positivos, que buscan construir con su conversación, que son críticos con propuestas, que evitan renegar, maldecir y mostrar una actitud negativa, furiosa o resentida, las personas que son así son imanes de personas tóxicas.
4. Confianza: Transmites confianza cuando no buscas ocultar, cuando no buscas manipular, cuando eres consistente con lo que dices y haces, cuando honras tus promesas, cuando miras al interior de la persona con la que estás y te interesas genuinamente por su historia, por su vida, por lo que recibes de ella aquí y ahora.
5. Carisma: Transmites carisma cuando das lugar al humor, cuando logras comunicar emociones, si estás feliz se transmite la felicidad, si estás enojado eso se transmite, si estás triste lo transmites. El carisma es la capacidad de caer bien y de desprender una energía positiva frente a las personas.
6. Conectas cuando tienes una filosofía de vida, y esto lo aprendí de Jim Rohn, quien me mostró que no puedes andar por allí simplemente sin nada que ofrecer, siendo invisible y sin posturas claras. La filosofía de vida es básicamente compartir en lo que crees, tus valores, tu historia y tu visión del mundo, es mostrar sobre qué bases estás parado. Eso permite que las personas se abran a ti y que lo que dices les confronte (positiva y negativamente), y esto es justamente “tocar a la otra persona”, es hacer que tus palabras le traspasen y resuenen en su mente, en sus emociones, que le den qué pensar y qué sentir.
Luego hablaré de mis hallazgos respecto a las frecuencias más racionales y más emocionales en nuestra comunicación y en qué momentos es preciso comunicar lógicamente y en qué momentos emocionalmente, y cómo podemos llevar a alguien muy racional al plano emocional (que es básicamente mi trabajo diario como coach).
¡Es el momento de vivir una vida extraordinaria!
¡Hasta la próxima!