Ecuación del pusilánime: poco valor + dependencia + escasez
La estructura emocional del hombre que no ha logrado conocerse y trabajar su juego interno le lleva frecuentemente a desarrollar un quiebre profundo en su personalidad y a vivir en profunda contradicción consigo mismo.
En seducción uno de los principales combates que se tiene es contra la tendencia a idealizar a una persona y a darle un trato de exclusividad cuando no se lo merece. Y aquí quiero ser específico: la mentalidad de escasez junto con la dependencia y la percepción del poco valor personal son un coctel fatal para el juego interno y tu relación con las mujeres. Estas características se encuentran íntimamente relacionadas entre sí.
La poca percepción de valor te hace creer que mereces poco, y que debes estar muy agradecido y ser fiel devoto de aquella persona que decida creer en ti. Necesitas su validación y que esa persona esté cerca de ti, porque es la que llena el vacío de tu poco valor y la que alimenta tu poca autoestima. Usualmente estas personas descubren que eres dependiente de ellas y administran, de forma manipuladora, sus “premios” a cambio de que tú les proporcionen lo que ellas necesitan.
La mentalidad de escasa es resultado directo de la poca percepción de valor, en la medida en que representas al mundo como un lugar hostil, de muy pocas oportunidades, usualmente para bendecidos o para escogidos o para personas con un valor inconmensurable. La mentalidad escasa es pobreza mental, habla de poco acceso a oportunidades importantes en tu vida, de una ambición que no ha sido satisfecha, y que la mente ha generalizado en términos de “no puedo conseguir lo que me propongo”, “si consigo algo es casualidad o suerte”, “si tengo algo puedo perderlo rápidamente o de forma imprevista.” La mentalidad escasa hace que te aferres para conservar lo que consideras valioso, y activa el mecanismo de la dependencia.
La dependencia se basa en estructuras emocionales débiles que necesitan estar acompañados constantemente para sentir tranquilidad. La soledad y la ausencia de ciertas personas despierta procesos intensos de rumiación mental y ansiedad, lo cual impulsa conductas de negociación contra sí mismo para recuperar la presencia de la persona ausente.
Si has identificado estos rasgos en tu personalidad, es fundamental que los trabajes antes de introducirte en temas estratégicos y técnicos de la seducción. De lo contrario, para lo que te servirán los conocimientos en seducción es para quedarte con lo primero que aparezca y aferrarte, retirándote del juego y consagrando todo tu esfuerzo a conservar tu única relación.
Lamentablemente, uno se encuentra a muchos hombres que se encuentran cautivos en una relación que los ha convertido en esclavos, relaciones con mujeres tóxicas de las cuales no pueden desprenderse, sin importar cuánta cantidad de violencia, manipulación, incluso maldad, hayan expresado estas mujeres, ellos seguirán sometidos a una idea fija que se expresa en forma de creencias del tipo “esta relación puede cambiar”, “haré lo que sea para conservarla”, “le daré otra oportunidad”.
Peor aún: saben que no pueden mejorar, que esa persona no va a cambiar, que sus exigencias para permanecer con ellos se harán más y más ambiciosas, pero una fuerza invisible los mantiene unidos en dependencia a estas personas.
¿Por qué?
¿Por qué un hombre se comporta de esa forma?
¿Por qué no tiene una imagen poderosa de sí mismo?
¿Dónde ha quedado su amor propio?
¿Dónde ha quedado su carácter?
¿Por qué se incumple y se es infiel a sí mismo, a sus valores, a su esencia?
¿Por qué decide someterse voluntariamente al imperio de otra persona y otra voluntad que poco le aporta?
¿Por qué le resulta tan importante recibir migajas de atención y sexo mediocre que es capaz de resignar su propio valor y entregarse a caprichos, malcriadeces y manipulaciones?
La respuesta está en las creencias que ha desarrollado desde su crianza, las emociones a las cuales se ha hecho adicto y la capacidad que tiene de ser decisivo y firme.
La respuesta está en hacerte consciente que tu noción de valor personal es poca, que años y años de repetirte lo mismo ha logrado que creas la mentira de poco valor, de poco merecimiento, quizás has asociado que ese poco valor se debe a que no encajas en un estándar de atractivo, de estatura, lo que sea, sólo un trabajo personal de descubrimiento optimista de tu valor puede ayudarte a dejar de depender de la aprobación externa para expresarte. No hay transformación personal posible sin un trabajo contundente en la identidad, es importante que tus creencias y emociones sobre ti se cuestionen y se evolucionen, allí está la raíz de tus limitaciones emocionales y, también, allí está la posibilidad de que empieces a afrontar mayores retos de acuerdo con tus ambiciones.
La dependencia emocional es un tema que tiene que ver con tu pasado emocional, con tu crianza, con las relaciones con tus padres, con tus cuidadores, experiencias tempranas de abandonos y también de rechazos marcan un estilo afectivo con mayor tendencia a aferrarse a las personas. La dependencia emocional es una forma intensa de esclavitud, donde tú buscas en una fuente de placer externa tu bienestar, equilibrio o tranquilidad. El trabajo hacia la independencia emocional empieza por conocer tus propias emociones, aquellas que predominan más, y sobre todo encarar la ansiedad, porque esta aparece cuando perdemos aquello que tanto apreciamos. Con menor ansiedad, el descubrimiento del poder personal que trae una identidad renovada, y las victorias tempranas que te muestren que puedes aumentar tus logros personales, podrás tener una mente amplia, que no se deja sobornar, y que si una experiencia no le sirve y no le aporta la deja, porque sabe que merece lo mejor y que lo puede conseguir.
Tu pasado no debe determinar tu futuro, así que empieza por hacer un recuento de lo crudo en tu vida: qué cosas sientes que pesan en tu idea de poco valor, qué cosas son para ti las más deseadas y a la vez más escasas, y piensa cuáles han sido aquellas personas a las que te has apegado excesivamente en tu pasado y cuáles son aquellas con las cuales estás cautivo hoy día ¿qué te están quitando? ¿cómo te están castrando? ¿cómo hacen que tú mismo entres en guerra civil contigo mismo al tener una parte de tu personalidad que quiere ser libre y otra que se aferra?
La división de la personalidad, aquella que te invita a decidir, y aquella que te hace ceder y volver a tu dominadora, es la responsable de la pérdida de energía y fuerza vital que sientes, vivir en la contradicción es vivir consumiendo energía que no se renueva, por ello el cansancio, por eso el hastío, y por eso, también, la debilidad en tomar una decisión.
La capacidad de decidir es un hábito, ser firme es un hábito, lo opuesto a la firmeza es la contradicción y la suavidad. Empieza a decidir firmemente sobre lo pequeño y lo grande, incorpora el arquetipo de un rey decisivo y encara la verdad sobre ti y la verdad sobre las relaciones, y empieza tu trabajo personal de liberación interna para romper las cadenas externas.
¡Es el momento de vivir una vida extraordinaria!
¡Hasta la próxima!
Posdata 1: Estoy cada vez más activo en Twitter, me encuentras como @alvarobonillab
Posdata 2: Si quieres un proceso de trabajo personalizado acompañado por mí, para trabajar en tu identidad, el estilo emocional dependiente y mentalidad escasa, escríbeme un mail contándome tu historia y tu interés a naxxxos@gmail.com
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