¿Por qué sufrimos y hasta cuándo deberíamos sufrir por alguien?
Una persona que como yo trabaja educando en seducción, cortejo y relaciones tiene que lidiar mucho con el sufrimiento que genera la frustración por no poder consumar una relación, por no ser correspondido, por ser engañado, por terminar una relación.
De hecho, el motivo principal del por qué lees este blog es porque quizás has sufrido o estás sufriendo porque los resultados que tienes no se corresponden con tus expectativas.
Frente al sufrimiento emocional hay muchas posturas y te diré, de entrada, cuál es según mi criterio, la postura más nefasta de todas: el intento de adormecer y de anestesiar las emociones, el hacerlo te llevará en el largo plazo a vivir una vida plana emocionalmente y a necesitar altas cargas de situaciones extremas para sentir algo.
Sentir es importante.
De hecho, nuestras emociones tienen una gran utilidad de diversidad de situaciones.
La idea no es apagarlas.
Es usarlas de forma que nos permita aprender.
Las emociones que no se gestionan se acumulan en forma de deuda, que como las bancarias, al final se te termina acumulando y con intereses.
Muchos por tener mujeres son adoctrinados en usarlas, sólo para su placer, sin tener en cuenta las emociones. Y es curiosos, porque por mi consultorio han pasado muchos de estos seductores de marca genérica aterrados porque después de negar y negar sus emociones resulta que empezar a sentir cosas por cierta mujer y simplemente no saben qué hacer, vuelven a ser los mismos chicos asustados que no pueden hablarle a una chica.
Porque una cosa es hablarle a una mujer muy atractiva y lo que necesitas en gestión de ansiedad y rechazo, y otra muy diferente hablarla a la mujer que te hace sentir cosas a niveles emocionales muy profundos.
Con esa clase de experiencias y de mujeres, necesitas tu repertorio emocional saludable, para sentir y a la vez tener la cabeza fría para gestionar el proceso de seducción y conquista.
Cuando las emociones no están entrenadas simplemente somos autómatas que socializamos de formas muy básicas y que nos quedamos en las relaciones superficiales.
Y las emociones también se entienden a partir de la experiencia del dolor y del sufrimiento. Y, lastimosamente, nuestra cultura cada vez más hedonista y cobarde, busca evadir la sensación de dolor emocional.
El dolor emocional, apreciado lector, es algo que necesitas vivir, porque es una forma increíble de aprendizaje sobre ti y sobre el mundo. Y tienes que permitirte, darte permiso, de estar triste, de no querer hablar con nadie, de estar sin energía, de estar pensativo, de llorar, y de todas aquellas cosas que pasan cuando uno sufre y siente dolor emocional.
Ahora bien, es importante distinguir entre ser emocional y ser una persona sensiblera. El segundo es una persona que no modera su respuesta emocional y que suele afectarse demasiado y tener demasiada susceptibilidad a cosas como el rechazo y la crítica. Esta persona ciertamente necesita entender que la expresión emocional desbordara sólo lo afecta a él, porque decide sufrir más (frecuencia) y sufrir más intensamente. Hay personas que suelen vivir así, con una nostalgia, una melancolía personal que hacen que todo sea un drama.
Son adictos a vivir sus vidas de forma dramática. A ello se le suela llamar “labilidad emocional” y son reacciones desproporcionadas.
He encontrado que en muchos casos los hombres sensibleros proceden de hogares dónde la presencia femenina ha sido predominante y la impronta masculina ausente.
Las tendencias actuales, el feminismo radicalizado, busca que los hombres se vuelvan extremadamente emocionales, frente a ello encuentro un gran problema: ser demasiado emocional lleva a ser susceptible a la manipulación. Mira la información que recibes, la gran mayoría apela a la emoción fácil, y el control social que vivimos se basa en reducir el papel moderador de la razón sobre la emoción.
Hay cosas donde es más útil la razón que la emoción, por ejemplo, para negociar. Y hay cosas donde es más útil la emoción que la razón, por ejemplo, ante una situación amenazante tu emoción está diseñada para responder más rápido, pensar demasiado puede significar la muerte.
Ahora bien, el duelo por ruptura amorosa o por rechazo tiene una característica psicológica importante: hace que el tiempo se detenga, de hecho, la percepción del tiempo pareciera detenerse. El sufrimiento emocional sencillamente parece hacerse eterno. Y en este caso mi posición al respecto es:
- Hay que vivir las emociones que trae el sufrimiento
- Estas emociones implican que eres un ser que siente
- Es importante darte un tiempo para vivir tales emociones
- No es necesario que sientas que debas ocultarlas de otros, a veces las personas se ponen una máscara de felicidad mientras llevan su tema en lo profundo. Las máscaras lo que hacen es evitar que ciertas personas puedan desear abrir el espacio de conversación contigo, preguntarte por lo que te pasa y con ello no sentirte solo.
- La gran parte del duelo se vive en soledad, ciertamente. Pero aislarse hace que pierdas la oportunidad de obtener la energía social necesaria para poder vivir otra clase de emociones, frente a ello propongo un enfoque mixto: por una parte, darte espacios a solar, por otra no descuidar tu entorno social.
- Ver las cosas en perspectiva: el duelo, el sufrimiento y el dolor emocional nos hace literalmente sumergirnos en las emociones, sin ver nada más, generalizando y creando absolutos. Necesitas no perder la perspectiva temporal de lo que está sucediendo, no puedes perder la dimensión de que aquello que pasa es transitorio y pasajero, por ello la gestión que tu hagas de ti mismo es muy importante.
- Escribir es muy importante para poner en orden los constantes y caóticos pensamientos que empiezan a transitar por la mente. A mayor organización mental mejor pronóstico tiene el proceso.
¿En qué momento deberías pedir ayuda profesional? Hay varios factores que hacen que alguien deba pedir acompañamiento profesional:
- Un duelo que se supera un año y que ha conducido a una depresión que lleva más de tres meses y que hace que no se sienta energía para realizar cosas como levantarse y trabajar.
- Afectación notoria, por estado de sufrimiento, en el trabajo y la vida social, bajo desempeño laboral, pérdida de hábitos y estructuras, y aislamiento voluntario social.
- Dificultad para comprender qué pasa con las emociones, dificultad para encontrar un sentido en ellas y sensación de sentirse abrumado emocionalmente por la tristeza.
- Deterioro de indicadores de autoestima: crítica constante dirigida hacia uno mismo, deterioro del amor propio y la imagen personal. Si notas que el proceso está llevando a que se estén instalando creencias negativas y estilos de conversación mental de desprecio es importante que preguntes por cómo puedes gestionar mejor tus creencias y emociones.
- Incapacidad de rehacer la vida emocional por no poder soltar un recuerdo del pasado.
- Radicalización, odio generalizado hacia el sexo opuesto.
Muchos optan por un cinismo frío a la hora de relacionarse con las mujeres, no involucrarse a cierto nivel emocional para evitar sufrir.
Nada te puede proteger del sufrimiento. Es inevitable que una relación provoque sufrimiento, sin embargo, hay algunas cosas que recomendaría:
- A mayor expectativa, mayor puede ser la posibilidad de frustración.
- A mayor idealización, mayor posibilidad de frustración.
- Menor circulo social de apoyo conduce a mayor soledad en un contexto de sufrimiento emocional.
- Mayor conocimiento de las emociones implica una mayor capacidad de resiliencia y mayor capacidad de gestionar autónomamente con un proceso difícil.
- Mayor dependencia de otro implica mayor sufrimiento, por ello aunque estés en una relación mantén tus propios espacios, amigos y provisión. Es importante diversificar los estilos emocionales, no centrarlos solamente en una persona, como la pareja, sino tener estímulos emocionales en soledad, con los amigos, la familia, el estilo de vida.
¿Sabías que muchas personas suelen volver con ex parejas, negociando principios personales, solamente porque desean dejar de sufrir y que en realidad están cambiando un sufrimiento por otro?
¿Sabías que no lidiar correctamente con las emociones de rupturas es responsable que en una relación empieces a ver acciones de sabotaje en tu pareja, excesiva reactividad, emociones negativas, contradicciones?
Cuando no podemos lidiar de forma saludable con el sufrimiento y el dolor nos auto destruimos y todo ese dolor consume nuestra identidad y nuestro amor propio.
Si quieres profundizar un poco más sobre este tema tengo dos lecturas recomendadas para ti, las encuentras aquí, aquí y aquí.
¡Es el momento de vivir una vida extraordinaria!
¡Hasta la próxima!
Buscar post…
Los Podcast de Naxos en iTunes
